El paisaje de Euskadi está profundamente marcado por sus bosques. Definen sus montañas y valles, creando un tapiz verde que cambia con las estaciones. Estos lugares no son solo naturaleza, sino también parte fundamental de la cultura vasca y sus leyendas más antiguas. Para descubrir su encanto, te proponemos un recorrido por seis de los bosques más bonitos del País Vasco para disfrutar este otoño. Aunque por supuesto, son un plan perfecto para realizar en cualquier época del año

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Entzia

En el sur de Álava, la sierra de Entzia conforma un altiplano situado entre los 900 y 1.100 metros de altitud. Sus bosques están dominados por hayas y quejigos que crecen sobre un extenso macizo kárstico.

En otoño, las hayas proporcionan las características tonalidades ocres y rojizas a uno de los bosques más bonitos del País Vasco. 

Los senderos atraviesan claros, zonas rocosas y antiguos puestos de pastoreo. Es un lugar de interés geológico por sus formaciones, como lapiaces y dolinas.

Desde sus bordes se obtienen preciosas vistas panorámicas de la Llanada Alavesa y las sierras de Aratz y Aizkorri.

Balgerri: La diversidad forestal de Enkarterri

Ubicado en el municipio de Karrantza (Bizkaia), dentro de los Montes de Ordunte, el bosque de Balgerri es conocido por ser el hayedo de mayor extensión de la provincia. Su principal valor ecológico, sin embargo, es la alta diversidad de especies arbóreas.

Además de las hayas, en sus laderas conviven robles, castaños, fresnos, acebos y abedules, formando un bosque mixto atlántico.

Esta variedad genera un bonito mosaico de colores convirtiéndolo en uno de los bosques más bonitos del País Vasco para visitar en otoño.

Las rutas de senderismo que parten desde el barrio de Lanzas Agudas permiten recorrerlo, siguiendo el curso de arroyos y cascadas.

Izki: El gran marojal de Europa

El Parque Natural de Izki, en Álava, contiene una de las masas forestales de roble marojo más grande de Europa.

Este árbol, llamado ametza en euskera, se caracteriza por la marcescencia: la capacidad de mantener sus hojas secas en las ramas durante gran parte del invierno.

Este fenómeno le confiere al bosque un tono pardo característico que dura más allá del otoño.

El parque es un área de media montaña atravesada por varios ríos y barrancos. Además, es un enclave de importancia para la avifauna, albergando una de las poblaciones más importantes de pico mediano de la península ibérica.

Añarbe: Un robledal protegido en Aiako Harria

Dentro del Parque Natural de Aiako Harria (Gipuzkoa), el bosque de Añarbe es el robledal de roble pedunculado más extenso del territorio. Por su valor ecológico y su buen estado de conservación, está incluido en la Red Natura 2000.

Es un bosque maduro con una gran biodiversidad, donde el agua tiene un gran protagonismo gracias al embalse de Añarbe y a numerosos arroyos.

En su interior se pueden encontrar restos de antiguas carboneras (txandorrak), que evidencian el uso sostenible que se le dio al bosque para la producción de carbón vegetal. Sin lugar a dudas, uno de los bosques más bonitos del País Vasco. 

Bosque de Lareo: Hayas en la sierra de Aralar

A los pies de la sierra de Aralar (Gipuzkoa), alrededor del embalse de Lareo, se extiende un hayedo de gran belleza paisajística.

El acceso principal se realiza desde el puerto de Lizarrusti, punto de partida de varias rutas de senderismo.

El bosque está compuesto principalmente por hayas centenarias que crecen en un terreno de fuertes pendientes y roquedos calizos. El sendero que bordea el embalse es sencillo y permite disfrutar del entorno, atravesando pequeños túneles excavados en la roca.

Es un claro ejemplo de bosque de montaña guipuzcoano, profundamente ligado a las tradiciones y leyendas locales, como resume el dicho vasco: «izena duenak, izana du» (todo lo que tiene nombre, existe).

Parque Natural de Gorbeia: El hayedo de Otzarreta

Es el parque natural más grande de Euskadi, compartido entre Bizkaia y Álava, y se articula en torno a la cumbre del monte Gorbeia (1.482 m).

Alberga extensos hayedos, robledales y pastizales de montaña. Dentro del parque, el Hayedo de Otzarreta (Bizkaia) es uno de los enclaves más fotografiados del País Vasco. Se caracteriza por sus hayas trasmochas, árboles centenarios cuyas ramas crecen verticalmente desde la base debido a una poda tradicional que se realizaba para obtener carbón.

Este ecosistema es también un refugio clave para ciervos, corzos y aves rapaces.

Parque Natural de Urkiola: Bosques bajo las peñas

Situado en los límites de Bizkaia y Álava, el parque destaca por el macizo de roca caliza de la sierra de Aramotz-Eskubaratz, con las cumbres de Anboto y Alluitz dominando el paisaje. 

En sus laderas crecen hayedos, mientras que en las zonas más bajas se desarrollan bosques mixtos de robles, abedules y acebos.

Urkiola tiene un fuerte componente cultural y mitológico: en una cueva del monte Anboto la tradición sitúa la morada de Mari, la principal deidad de la mitología vasca. En el centro del parque se encuentra también el Santuario de Urkiola.

Encinar de Urdaibai: Un bosque relicto cantábrico

La Reserva de la Biosfera de Urdaibai alberga uno de los encinares cantábricos más extensos y mejor conservados de la costa vasca. Este bosque crece sobre un sustrato de roca caliza en la margen derecha del estuario, principalmente en los municipios de Gautegiz Arteaga y Busturia.

La presencia de encinas en este territorio es un ejemplo de bosque relicto, un vestigio de épocas pasadas con un clima más cálido. Se trata de un bosque denso y de difícil acceso, lo que ha favorecido su conservación.

Constituye un refugio importante para la fauna local, como corzos, jabalíes y ginetas. La ruta que asciende a la ermita de San Pedro de Atxarre permite disfrutar de este bosque y de las impresionantes vistas del estuario de Urdaibai.

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